España sigue ampliando su red de ciudades inteligentes y agrupa a más de seis decenas de urbes, pero aún queda mucho para alcanzar a los países punteros en la materia. En ello trabajan compañías como Libelium y su cofundadora Alicia Asín Pérez.
Con 12 años de vida, esta compañía zaragozana nació como una spin-off de la Universidad de Zaragoza con el objetivo de desarrollar una tecnología que fuera capaz de monitorizar parámetros ambientales.
Ahora, una década de trabajo después expandiendo las redes de inteligencia por España, la Comisión Europea ha premiado a Alicia Asín Pérez con el segundo premio para Mujeres Innovadoras de 2018.
«Estos premios tienen otro objetivo y es el de inspirar a nuevas generaciones de mujeres emprendedoras. La participación y contribución en la investigación e innovación es fundamental para el crecimiento de Europa», señaló en la entrega de premios el comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas. Un premio dotado con 50.000 euros para seguir diseñando y fabricando hardware para redes sensoriales con destino a las llamadas ciudades inteligentes o ‘smartcities’.
El negocio de Libelium no solo lleva el Internet de las Cosas a las ciudades, sino que también se traslada a la industria impulsando la llamada nueva Industria 4.0. Entre sus apuestas se encuentra la automatización de los procesos de fabricación industrial en sectores como automoción, gestión de edificios e infraestructuras, transporte, aplicaciones energéticas y usos militares.
Un trabajo que no solo se centra en su Zaragoza natal, ni tampoco en España. Ya en 2017 saltaron las fronteras nacionales para exportar su tecnología a la capital de Eslovenia, Liubliana (Capital Verde Europea 2016) para un proyecto de smart city en el que se monitorizan las condiciones ambientales y de calidad del aire de BTC City, una de las mayores áreas de negocio y comercio de Europa, a través de una red de sensores inalámbricos que recogen parámetros ambientales como la luminosidad, el ruido, la temperatura o los gases contaminantes.