La presencia de mujeres en cargos directivos en España ha aumentado por primera vez en dos años. Sin embargo, la brecha salarial no se ha reducido y sigue presentándose como uno de los primeros obstáculos a la hora de alcanzar la igualdad laboral. Así lo asegura el último estudio de ‘Diferencias salariales y cuota de presencia femenina’ elaborado por Eada Business School Barcelona y el Grupo ICSA, con los datos actualizados de los sueldos en febrero de 2018.
En el estudio se recoge que en 2018 los puestos directivos de mujeres en empresas españolas han aumentado hasta el 15,4%, tan solo tres puntos por encima respecto al 2016 cuando se alcanzó el 11,8%. En otras palabras, una mujer ocupa el cargo de directora general en tan solo un 8,6% de las compañías en España.
A pesar del incremento del número de mujeres en la cabeza de las empresas, la brecha salarial no se ha reducido. Según el informe, los directivos hombres ganan un 17% más que sus homólogas femeninas, lo que en retribución media anual se traduce en que los hombres cobran 79.545 euros mientras que el salario de las mujeres se sitúan en los 68.072 euros.
También las mujeres que ostentan puestos intermedios sufren, en menor medida, la brecha salarial que se sitúa en el 11,7%. De la misma manera, la diferencia en el caso de los puestos inferiores es del 12,1%.
La responsable del informe y socia de ICSA, la ingeniera industrial Indry Cachila, ha asegurado durante una rueda de prensa realizada este jueves en Barcelona que “estamos ante un problema estructural”, ya que “es el sistema el que conduce a una discriminación implícita“.
Asímismo, Cachila ha señalado que “por una ecuación perversa” la crisis económica ha sido uno de los principales factores que ha implicado “una menor presencia femenina directiva y una mayor desigualdad salariar”, aunque ahora haya “recuperado presencia”.
Por su parte, la profesora de EADA Business School ha reconocido que las cifras de este año “han mejorado”, pero que los cambios son “demasiado lentos”. Para Masuda, las políticas de igualdad que son “muchas veces vagas, inconcretas y de difícil aplicación” lo que ralentiza obtener la igualdad empresarial.
Como solución, la colaboradora en el informe señala la transparencia salarial como “un interesante punto de partida”, algo que ya se ha conseguido en “Islandia y Alemania”, según apunta Masuda.
En el panorama internacional la presencia femenina en puestos directivos, sitúa a España por encima de los países vecinos como Francia e Italia pero por debajo en cuanto a brecha salaria, superior en España.