El 2 de marzo tuvimos la ocasión de pasar un día muy agradable en el parque la Quinta de los Molinos. Se encuentra en el barrio del Salvador del distrito de San Blas; parque histórico y bien de interés cultural, poco conocido por la mayoría de los madrileños.
Este jardín de más de 21 hectáreas tiene su entrada principal junto al metro de Suanzes. Propiedad del Conde de Torre Arias, en 1920 pasó formar parte del patrimonio de César Cort Botí, profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura. Fue éste quien construyó una finca de estilo mediterráneo con numerosos almendros y olivos, entre otros, y un Palacete de estilo racionalista.
La Quinta cuenta con fuentes, albercas, estanques y dos molinos dotados de aeromotores para facilitar la red de riego y que dan nombre al parque: el Molino de la Casa del Reloj y el Molino de la Rosaleda de Palacio. A raíz de la muerte de Cort Botí en 1978, sus herederos acordaron con el Ayuntamiento que la zona pasase a ser de uso público, siendo así desde 1982. Además, con el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 fue catalogado como Parque Histórico.